Tu cerebro 🧠 te protege✨
En mi último post comenté acerca del dolor y cómo es que éste viene siendo un mecanismo de protección ante una situación amenazante y nos alerta de un evento peligroso para poder reaccionar y comportarnos de manera diferente. A veces se equivoca, porque enciende la alerta donde no debería haber amenaza. Configurándose el error de interpretación cerebral.
En la antigüedad, para nuestros antepasados un evento peligroso era el ataque de un depredador, león o un tigre, en ese momento, el cuerpo se prepara para una situación realmente estresante y comienza a activar mecanismos de lucha o huída también conocido en inglés como fight or flight, ésta respuesta activa nuestro sistema nervioso simpático y se manifiesta en nuestro cuerpo segregando hormonas del estrés (adrenalina, cortisol, prolactina) y fisiológicamente se dan un conjunto de síntomas tales como la aceleración de nuestras pulsaciones, la presión sanguínea y nuestra frecuencia cardiaca aumentan, se suprime el sistema digestivo, el sistema inmunológico se debilita y la energía no llega a nuestros órganos.
En la actualidad, un evento estresante no es el ataque de un león sino situaciones como una pelea con tu jefe, el tráfico, tener muchas tareas por hacer, la falta de tiempo, un berrinche de tu hijo, etc. hacen que nuestro cuerpo reaccione exactamente igual como si estuviéramos siendo atacados por un animal salvaje. Se activa nuestro sistema Simpático y los síntomas aparecen. A los más sensibles se nos somatiza con dolores de estómago, dolor en las cervicales, mareos o dolores de cabeza con la finalidad de protegernos y evitar enfrentarnos a este evento “peligroso” simplemente porque tu cerebro basado en su experiencia de vida, paradigmas, creencias, lo aprendió de esta forma y este error de interpretación cerebral se fija en el tiempo, entonces el dolor busca alejarte del peligro para mantenerte con vida, quiere asegurarse que estés a salvo, por eso te refugias en tu habitación a oscuras hasta que pase el peligro y cada vez que te encuentres en la misma situación todo se repite. Nuestro cerebro se equivoca, lo que nos queda es desprogramarlo y volver a enseñarle que no debe encender la alarma de dolor por situaciones que no nos ponen en peligro tales como una discusión con tu jefe, por el tráfico, etc. Hay una infinidad de desencadenantes que cada migrañoso ha identificado como peligroso, en mi caso, inicialmente me producía migraña sólo la menstruación, pero luego identifiqué otros desencadenantes tales como el ingerir bebidas alcóhólicas, no comer a mis horas, el chocolate, los perfumes con olores fuertes, atarme el cabello, ciertas frutas, algunos alimentos, tomar una siesta, los domingos, en fin. El programa luego se vuelve automático y cuando menos te lo esperas se enciende. Felizmente aprendí que nada externo condiciona tu dolor, ningún alimento te lo puede causar ni tampoco ningún alimento te lo puede quitar. Es tu cerebro que juzga esa acción, lugar, comida, etc. como peligrosa.
En mi próximo post te contaré más de porque nuestro cuerpo, especialmente nuestro cerebro reacciona así y que características de nuestra personalidad influyen en este error. Muchas gracias por leerme, te espero en mi próximo post! Sofía✨


Comentarios
Publicar un comentario